"Considero que la figura y la obra realizada por el Caudillo se inscribirá en la historia
Pincha foto
Nada cambia, los que tuvieron camisa azul retuvieron el poder hasta tal extremo, que es muy díficil rastrear el pasado de tan aclamado personaje de oscura trayectoria. Juan Antonio Samaranch Torelló, Marqués de Samaranch desde 1991, año en que el rey le premió con este título. Pasa de falangista a monárquico, de franquista a democrata por la gracia del mejor amigo del trepador, el dinero. Afiliado a Falange Española y Tradicionalista y de las Jons desde muy joven, buen hijo de la burguesía catalana colaboracionista, inició su carrera política como concejal de deportes en el ayuntamiento de Barcelona (1955 a 1962). En 1964 es nombrado procurador en Cortes, cargo que compaginó con el de delegado nacional de deportes y presidente del Comité Olímpico Español, y desde 1973 con el de presidente de la Diputación de Barcelona. Parece una broma pero en el 1977 fundó el partido Pacte de Concordia Catalana, que no se presentó a las elecciones, en ese mismo año deja el Congreso de los Diputados y empieza su carrera como embajador en la URSS, vivir para ver. Llega a presidente del Comité Olímpico Internacional, ahora de honor, estando presente en tantos consejos de administración de empresa, que tendría que vivir varias vidas para poder ocuparse de tantos cargos. (Datos, en su mayoría, extraídos de Wikipedia galego).
Así, nada cambia, mismo himno, misma bandera (sólo el águila transitó a corona), mismos personajes, monarquía y sus representantes herederos del franquismo haciendo publicidad de su impresentable institución, (el rey delegando porque tiene otros asuntillos más placenteros de los que ocuparse). Y el omnipresente Samaranch que ha cambiado la chaqueta blanca de gala de falange por una negra, más acorde a los tiempos que corren para sus intereses. Lamentable.
Rafael del Barco Carreras
Los veinte años de diferencia le sitúan tan en primer plano de la más dura época franquista en Barcelona que es imposible enmarcarlo en otro contexto histórico y máxime cuando en 1954 ya es Concejal de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona. Por muy genio que fuera, o por bien que le diera al palo en el hokey, nadie, sin la total inmersión, escalaba entonces el más mínimo cargo político.
Si en
Carolina del Olmo. Rebelión.
No me detendré, no obstante, a comentar los negocios del COI, sus prácticas autoritarias, las acusaciones de sobornos y otras perversidades olímpicas como el pasado franquista y falangista de Samaranch, el asombroso ocultamiento del dopaje o la mezquindad demostrada por los cabezas de la "familia olímpica" al impedir que el Comité Paraolímpico Internacional usara los cinco anillos como logo. Para estos temas puede consultarse los libros de Andrew Jennings, Los señores de los anillos: poder, dinero y doping en los Juegos Olímpicos, Barcelona: Edicions Transparència, 1992 y Los nuevos señores de los anillos, Barcelona: Ediciones de
Manuel Vázquez Montalbán
Barcelona, lo mismo. Ahí sería una curiosa mezcla entre el primer falangista que ha llegado a ser catalan universal —ustedes saben que los catalanes siempre nos hemos sentido muy orgullosos por nuestra galería de catalanes universales— y el primer falangista que ha llegado a catalán universal ha sido el señor Samaranch. Entonces, esa ciudad democrática, ese skyline de la ciudad democrática que será Barcelona, por antonomasia, corno emblema de la nueva situación, pues será una mezcla de Samaranch y Cobi. Es otra vez la propuesta de la formalización del estuche de la ciudad democrática convertida en espectáculo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario