Perdonen que caiga tan bajo como para contestar a una legionaria de Cristo que vive de los impuestos de los súbditos de su católica majestad y que no tuvo bastante con ser presidenta consorte y escribir un abominable libro de cuentos. A palabras tan necias tendría que hacer huelga de manos caídas, pero son tan sumamente estúpidas y tan poco gratuítas como mal intencionadas que no me he podido contener. Lástima que no me quede el consuelo de la confesión y acabe regocijándome en mi propia incontinencia antifascista, perdiéndome en la tentación de darle una importancia a la interfecta que no se merece.
Dice la Botella que los que convocan la manifestación laica son unos provocadores, desestabilizadores de su orden reaccionario y católico, por defender postulados que obedecen a la razón y al sentido común, a la libertad y la independencia, a la coherencia y el progreso, todas estas palabras desconocidas para ella. Y como ejemplo clarificador nos lanza una pregunta al viento tórrido de la capital ¿qué os parecería si se hiciera una manifestación anti-gay el día del orgullo gay? qué bonita pregunta para esta comunidad que se ha tenido que enfrontar al rechazo y criminalización de la Iglesia, que ha sido encarcelada, encerrada en psiquiátricos, golpeada y humillada, que a pesar de su visibilidad sigue siendo atacada por algunos seres que se consideran humanos, que todavía no han salido de las cavernas. Que flaca memoria tiene la "servidora pública" del ayuntamiento capitalino que ya no recuerda como les pusieron de difícil las cosas este año a los organizadores de una fiesta arcoiris que atrae más fieles que el propio Papa. No es raro que la Botella abra la boca y meta la pata a mayor gloria de la institución que más ha estigmatizado a la comunidad gay, una empresa muy lucrativa que ha tomado Madrid mientras sus juventudes transpapales exhiben sus coreografías y sus hipnotizantes cantos en cualquier esquina sin que nadie piense que eso no es de estar muy católico. La ciudad está sitiada por la gran secta de una manera que a ningún otro ente o evento se le hubiera permitido, ni al mismo dios Fútbol, en espacio y tiempo, y nadie desconfía de miles de criaturas tan fanáticas como para sufrir histeria colectiva por un señor que fue nacionalsocialista, inquisidor, misero y mísero en el Valle de los Caídos . Un hombre, elegido por otros hombres que se atribuyen tal poder como para decir que es él y no otro el representante de dios en la tierra, sin que nadie lo cuestione. Que lo que ayer era pecado hoy lo perdona porque hace amnistías vaticanas, este viaje le ha tocado a las seguidoras de dios que han abortado y sienten remordimiento católico por ello. Mañana será a los asesinos múltiples, bueno, a estos no hace falta, a estos se les celebra misas como a Franco o se sientan a su lado si le conviene a la curia. Un hombre que criminaliza a los homosexuales pero que disculpa a los pederastas. Ese señor hace pocos meses en un avión insultó a todos los republicanos en vez de pedir perdón por todos los crímenes que cometió su Institución, y no sólo debe condenar el franquismo como piden algunas asociaciones, que también, sino que debe explicar a todas esas juventudes que los suyos formaron parte del exterminio del disidente, del laico, del progresista. Lo que más miedo me da es pensar que esos extrovertidos muchachos con su kit de supervivencia católico a la espalda antes de escuchar entonar el mea culpa al hombre de blanco pensaran en que eso de exterminar al hereje era a la gloria del altísimo. Muchos de estos hijos de católicos vienen de países donde la homosexualidad es penada y hasta castigada socialmente con la muerte.
Por último decir a la Botella que deje de decir sandeces porque esos laicos que saldrán con todo su derecho a manifestarse por la separación Iglesia-Estado, porque el dinero público no vaya a instituciones privadas religiosas y porque los ateos tengan los mismos derechos que los católicos a expresarse sin ser agredidos y estigmatizados, muchos de ellos republicanos, antifascistas, han tenido que soportar los desfiles de Falange en fechas señaladas, que tendrían que haber sido prohibidos y condenados como enaltecimiento del terrorismo de estado, el peor de todos, y nadie ha dicho nada. Y no sigo porque la lista sería tan extensa como conocida por todos nosotros.
Lástima que no crea en los contenidos de programas de estos en los que se contacta con el más allá porque sería interesante poder hacer una entrevista en profundidad en primetime a Jesucristo, que incorpóreo lo único que sentiría es no tener a mano una buena fusta para dejar caer su ira ante tanta mentira y utilización comercial de su nombre a lo largo de siglos de estafa bajo la marca Cristo, hijo de dios. Seguro que si pudiera iría a los Juzgados de Castilla a poner una querella criminal por injurias y atentado a su honor de independentista.
Nosotros los laicos no tenemos un euro, claro, no hemos cometido la aberración de expoliar a la humanidad secularmente con cuentos, bulas, ofrendas, reliquias que convierten a los santos en seres extraterrestres con más de cien extremidades, no se cuántos corazones y hasta diversos prepucios. No tenemos negocios de BCBD (bautizos, comuniones, bodas y defunciones), ni cobramos por dar lo que tendría que ser gratis. Por eso nosotros los laicos no tenemos poder a pesar de que seamos mayoría, aunque no todos lo expresen en público por culpa a cierta incompresión o rechazo, no tenemos capacidad monetaria ni se nos concede la autoridad para montar un acto donde se ponga a nuestra disposición los miles de efectivos militares, policiales, sanitarios, de servicios públicos, de establecimientos pseudoprivados, de modificar las agendas de las empresas establecidas en aerodromos, de aumentar el número de metros y rebajar sus tarifas, entre otras muchas cosas. No tenemos un personaje prepotente que habla en nombre de alguien que no hemos visto jamás y que quiere dictar como debemos conducirnos en nuestras propias vidas. Que no ha sido legitimado por ningún sistema democrático aunque quiera ser parte del estado como ya lo es a través de la mafia del Opus que con sus tentáculos está introducida en todos los órganos de poder. Un tipo ostentoso y vanidoso que viaja montando su chiringuito allí donde le parece controlando hasta los planos de las televisiones, sin que ningún estado tenga narices a ponerlo en su sitio, dentro de una Iglesia, nosotros no tenemos la culpa de que ninguna tenga capacidad para tanto fan. Así que le recomendamos que sus fiestas de niños católicos a los que tanto les gusta abrazar las monten en el Vaticano y quien quiera que vaya.
Si hay algún mecenas que quiera sufragarnos la organización de un evento de similares características, hagamos la prueba, no en agosto como los cobardes, para encontrarse el camino libre de laicos veraneantes. Seguro que después de miles de obstáculos nos dejarían un yermedal entre Madrid y Toledo para celebrarla, eso contando con que el PP no gane las elecciones, sin comunicaciones, sin protección, sin prensa que de noticia alguna y cuando nuestras flamantes juventudes entonaran sus cantos, algunos por elaborar, seguro que serían tachadas de fanáticos, extremistas e intolerantes.
Yo no podré estar, pero deseo que la manifestación laica sea todo un éxito como fue la concentración de Barcelona el pasado noviembre, en número y en calidad, porque la razón nos asiste toda.
Dice la Botella que los que convocan la manifestación laica son unos provocadores, desestabilizadores de su orden reaccionario y católico, por defender postulados que obedecen a la razón y al sentido común, a la libertad y la independencia, a la coherencia y el progreso, todas estas palabras desconocidas para ella. Y como ejemplo clarificador nos lanza una pregunta al viento tórrido de la capital ¿qué os parecería si se hiciera una manifestación anti-gay el día del orgullo gay? qué bonita pregunta para esta comunidad que se ha tenido que enfrontar al rechazo y criminalización de la Iglesia, que ha sido encarcelada, encerrada en psiquiátricos, golpeada y humillada, que a pesar de su visibilidad sigue siendo atacada por algunos seres que se consideran humanos, que todavía no han salido de las cavernas. Que flaca memoria tiene la "servidora pública" del ayuntamiento capitalino que ya no recuerda como les pusieron de difícil las cosas este año a los organizadores de una fiesta arcoiris que atrae más fieles que el propio Papa. No es raro que la Botella abra la boca y meta la pata a mayor gloria de la institución que más ha estigmatizado a la comunidad gay, una empresa muy lucrativa que ha tomado Madrid mientras sus juventudes transpapales exhiben sus coreografías y sus hipnotizantes cantos en cualquier esquina sin que nadie piense que eso no es de estar muy católico. La ciudad está sitiada por la gran secta de una manera que a ningún otro ente o evento se le hubiera permitido, ni al mismo dios Fútbol, en espacio y tiempo, y nadie desconfía de miles de criaturas tan fanáticas como para sufrir histeria colectiva por un señor que fue nacionalsocialista, inquisidor, misero y mísero en el Valle de los Caídos . Un hombre, elegido por otros hombres que se atribuyen tal poder como para decir que es él y no otro el representante de dios en la tierra, sin que nadie lo cuestione. Que lo que ayer era pecado hoy lo perdona porque hace amnistías vaticanas, este viaje le ha tocado a las seguidoras de dios que han abortado y sienten remordimiento católico por ello. Mañana será a los asesinos múltiples, bueno, a estos no hace falta, a estos se les celebra misas como a Franco o se sientan a su lado si le conviene a la curia. Un hombre que criminaliza a los homosexuales pero que disculpa a los pederastas. Ese señor hace pocos meses en un avión insultó a todos los republicanos en vez de pedir perdón por todos los crímenes que cometió su Institución, y no sólo debe condenar el franquismo como piden algunas asociaciones, que también, sino que debe explicar a todas esas juventudes que los suyos formaron parte del exterminio del disidente, del laico, del progresista. Lo que más miedo me da es pensar que esos extrovertidos muchachos con su kit de supervivencia católico a la espalda antes de escuchar entonar el mea culpa al hombre de blanco pensaran en que eso de exterminar al hereje era a la gloria del altísimo. Muchos de estos hijos de católicos vienen de países donde la homosexualidad es penada y hasta castigada socialmente con la muerte.
Por último decir a la Botella que deje de decir sandeces porque esos laicos que saldrán con todo su derecho a manifestarse por la separación Iglesia-Estado, porque el dinero público no vaya a instituciones privadas religiosas y porque los ateos tengan los mismos derechos que los católicos a expresarse sin ser agredidos y estigmatizados, muchos de ellos republicanos, antifascistas, han tenido que soportar los desfiles de Falange en fechas señaladas, que tendrían que haber sido prohibidos y condenados como enaltecimiento del terrorismo de estado, el peor de todos, y nadie ha dicho nada. Y no sigo porque la lista sería tan extensa como conocida por todos nosotros.
Lástima que no crea en los contenidos de programas de estos en los que se contacta con el más allá porque sería interesante poder hacer una entrevista en profundidad en primetime a Jesucristo, que incorpóreo lo único que sentiría es no tener a mano una buena fusta para dejar caer su ira ante tanta mentira y utilización comercial de su nombre a lo largo de siglos de estafa bajo la marca Cristo, hijo de dios. Seguro que si pudiera iría a los Juzgados de Castilla a poner una querella criminal por injurias y atentado a su honor de independentista.
Nosotros los laicos no tenemos un euro, claro, no hemos cometido la aberración de expoliar a la humanidad secularmente con cuentos, bulas, ofrendas, reliquias que convierten a los santos en seres extraterrestres con más de cien extremidades, no se cuántos corazones y hasta diversos prepucios. No tenemos negocios de BCBD (bautizos, comuniones, bodas y defunciones), ni cobramos por dar lo que tendría que ser gratis. Por eso nosotros los laicos no tenemos poder a pesar de que seamos mayoría, aunque no todos lo expresen en público por culpa a cierta incompresión o rechazo, no tenemos capacidad monetaria ni se nos concede la autoridad para montar un acto donde se ponga a nuestra disposición los miles de efectivos militares, policiales, sanitarios, de servicios públicos, de establecimientos pseudoprivados, de modificar las agendas de las empresas establecidas en aerodromos, de aumentar el número de metros y rebajar sus tarifas, entre otras muchas cosas. No tenemos un personaje prepotente que habla en nombre de alguien que no hemos visto jamás y que quiere dictar como debemos conducirnos en nuestras propias vidas. Que no ha sido legitimado por ningún sistema democrático aunque quiera ser parte del estado como ya lo es a través de la mafia del Opus que con sus tentáculos está introducida en todos los órganos de poder. Un tipo ostentoso y vanidoso que viaja montando su chiringuito allí donde le parece controlando hasta los planos de las televisiones, sin que ningún estado tenga narices a ponerlo en su sitio, dentro de una Iglesia, nosotros no tenemos la culpa de que ninguna tenga capacidad para tanto fan. Así que le recomendamos que sus fiestas de niños católicos a los que tanto les gusta abrazar las monten en el Vaticano y quien quiera que vaya.
Si hay algún mecenas que quiera sufragarnos la organización de un evento de similares características, hagamos la prueba, no en agosto como los cobardes, para encontrarse el camino libre de laicos veraneantes. Seguro que después de miles de obstáculos nos dejarían un yermedal entre Madrid y Toledo para celebrarla, eso contando con que el PP no gane las elecciones, sin comunicaciones, sin protección, sin prensa que de noticia alguna y cuando nuestras flamantes juventudes entonaran sus cantos, algunos por elaborar, seguro que serían tachadas de fanáticos, extremistas e intolerantes.
Yo no podré estar, pero deseo que la manifestación laica sea todo un éxito como fue la concentración de Barcelona el pasado noviembre, en número y en calidad, porque la razón nos asiste toda.
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