CONSTRUCTORES DE REPÚBLICAS 2013


Desde que este blog se puso en funcionamiento en 2007 y no por mérito del mismo, sino de la ciudadanía inteligente y harta de tanta represión social y económica, son muchos los republicanos que por fin salieron del armario, miles sus banderas ondeando allí donde la injusticia campa. Este republicanismo enarbola la ruptura democrática, la libertad, la justicia social, la laicidad, la educación y la sanidad pública, gratuita y de calidad, los derechos humanos y también el derecho de los pueblos a su autodeterminación. Porque la solidaridad se construye desde la comprensión mutua y la lucha conjunta contra el enemigo común.

domingo, 29 de julio de 2007

IN MEMORIAM

Hoy es un día triste para mí, he recibido la noticia de la pérdida de un amigo al que ni siquiera llegué a conocer en persona, Manolo Barros Montero. Lo descubrí a través de las palabras de un compañero republicano, Gonzalo, y en las hojas del libro que narra su autobiografía, la de un hombre fiel a sus ideas. Gonzalo me hablaba con orgullo de Manolo como el paradigma de la ética, me contaba la vida de un hombre sencillo con ambiciones colectivas al tiempo que me dibujaba el perfil del político honrado. Habitaban en Manolo las buenas cualidades y el espíritu de los republicanos de la IIª República. La conclusión que obtuve al pasar la última página de su libro es que había estado leyendo el relato de un ser humano bueno, noble, de firmes y arraigadas creencias políticas. Nos ha dejado a los 87 años de edad, ha sido enterrado en el sitio que le vio nacer, en Redondela, provincia de Pontevedra, en una ceremonia laica y multitudinaria, que él desde su modestia hubiera encontrado excesiva pero que seguro le hubiera emocionado. De San Simón, hermosa isla y terrorífica prisión en la ría de Vigo, a recorrer varias cárceles del país, de niño a adulto viendo el miedo, la enfermedad y la muerte en los penales franquistas, de aprendiz de ideas en la infancia a histórico del comunismo, que hasta el último minuto pensó que otro mundo era posible. Hemos perdido a un miembro de nuestra familia, a uno de esos jóvenes octogenarios de los que tanto nos queda por aprender. Nuestro mejor homenaje es que por cada uno que nos deje haya otr@ ciudadan@ que recoja su testigo para reivindicar la IIIª República.
Memorias de Manolo Barros. Autobiografía dun militante comunista. Edicion ao coidado de Gonzalo Amoedo López. Limiar de Xesús Alonso Montero.
Estos últimos meses han sido duros en pérdidas, en el mes de diciembre de 2006 nos dejó Carmina Merodio Hoyos, a los 86 años. Una amiga entrañable, asturiana de nacimiento y vasca de corazón, una mujer vital y encantadora, que antes de cumplir los 16 ya supo lo que eran las cárceles de Franco, como casi toda su familia. Carmina estuvo en el penal de Saturrarán en Mutriku, Gipuzkoa, un centro regentado por las monjas mercedarias que no supieron aplicar el concepto de caridad. Un lugar de muerte, enfermedad, hambre y miseria donde pasó su adolescencia y donde aprendió a ser una mujer fuerte y luchadora, que no permitió que aquella experiencia la hundiera. Cuando salió del penal se quedó en Mutriku, donde formó su familia, tuvo a sus amigos y donde fue enterrada en una emotiva ceremonia. Una persona clara, cariñosa y firme en sus creencias que tampoco renunció a ver un mundo mejor y que se fue esperanzada en un proceso de paz que por desgracia se truncó.

Y por último quiero recordar a Juan Guisado Crespo, “Joseíllo el demonio”, que a pesar del mote que le dejaron en herencia, era una excelente persona y un muy buen republicano. Nos dejó esta primavera a los 91 años. Luchó por la República en diversos frentes como el de Peñarroya, junto al Capitán Chimeno, o el del Ebro donde lo hirieron muy gravemente. Estuvo en los campos de concentración franceses y volvió a casa aún a riesgo de ser fusilado para cuidar de su padre que estaba muy mayor, eso le costó formar parte de los Batallones de Trabajo de Franco. Tanto sufrió que se preguntaba como podía estar vivo a su edad. Se seguía discutiendo con los fascistas de su pueblo, como él les denominaba, reivindicando la República. A él nadie lo callaba ni le impedía decir que él sería republicano hasta el día de su muerte, como así fue. Nació y vivió en La Herrería, Colonia de Fuente Palmera, Córdoba, y lo enterraron en Fuente Palmera.
Afortunadamente su testimonio quedó registrado unos meses antes de morir en el documental Capitán Chimeno Héroe del Sur. Quien quiera obtener una copia de este documental que contacte con Clamor Republicano.

Nos van faltando esas personas que vieron nacer y morir un proyecto en el que creyeron y que iba destinado a cambiar sus vidas y las de las generaciones venideras, un proyecto truncado por un golpe de estado fascista. Personas que por desgracia murieron sin ver la instauración de la República. Trabajemos en su honra para que ese sueño pueda hacerse realidad, por ellos, por nosotros y por la democracia, IIIª República federal y laica.

1 comentario:

Mauricio dijo...

Pues sí. Es muy triste cuando estas personas van muriendo. En la CNT he visto como han ido desapareciendo y es realmente triste. De todos modos ellos mismos dicen que no hay que estar tristes por eso, sino luchar alegramente por lo que pensamos. Mejor consejo imposible. Hace poco murió un gran amigo mío, Fernando Nacarino. Iba muchos días su casa a hablar con él. Fue un convencido combatiente antifranquista de Alcalá de Henares, que pasó 13 años injustamente en la carcel por algo que no había hecho. El pasado 30 de marzo murió. Fue una triste noticia para mi. Pero cuando repaso las largas horas de entrevista que le hice a Naca, solo puedo sentir orgullo y fuerza para seguir adelante, que es lo que ellos querian.
Un saludo