Clamor Republicano amb la Comissió de la Dignitat.
Felicitem a aquesta associació per la tasca ben feta i per no rendir-se davant d'aquesta llei de punt final. Per totes les víctimes: No a aquesta llei de la memòria. Retorn dels papers ja.
Este domingo 21 de octubre de 2007 en el Palau Sant Jordi se ha celebrado un acto de la Comissió de la Dignitat para reclamar los papeles de Salamanca que aún se deben a Catalunya y más concretamente a los particulares, a los que se les incautó documentos, libros y fotografías para ser estudiadas, o sea, para llevar a cabo con más precisión la operación de exterminio que habían planeado Franco y sus golpistas. Ese genocidio de todo aquello que oliera a separatismo, rojerío, masonería y republicanismo, había que purgar España de tanto bicho revolucionario.
El acto ha reunido a más de 12.000 personas que con su asistencia han apoyado a la Comissió de la Dignitat en este derecho que asiste a estas víctimas de recuperar lo que legítimamente le pertenece. Esto es necesario para devolver la legalidad a esta democracia que está permitiendo que los que esperan con ansia parte de su patrimonio sentimental se mueran sin poder recuperarlo. Este es el triste caso de Carles Fontseré (1916-2007), famoso cartelista de la Guerra Civil, que falleció sin poder recuperar lo que le pertenecía por derecho y al que se le ha rendido homenaje. Tal como ha dicho el filósofo Josep Mª Terricabras, la ley para el retorno está hecha, los plazos incumplidos y la voluntad en pausa, si los que tienen que hacer posible el regreso no cumplen, serán cómplices de los que en su día expoliaron los domicilios de todas aquellas personas con el único fin de represaliar. Estas palabras han sido muy aplaudidas.
Uno de los momentos emotivos de este acto ha sido cuando han agradecido a los dos profesores de la Universidad de Salamanca, que apoyaron y apoyan la entrega de los papeles a sus legítimos dueños y que han tenido que enfrentarse al rechazo de su ciudad, su solidaridad con Catalunya. Todo el Palau se ha puesto de pie para aplaudirles por dos veces, una de manera espontánea y otra a petición del presentador. Han sido varios minutos de aplausos dedicados a su valentía y a sus valores.
El conductor del acto ha sido el periodista Antoni Bassas quien se ha solidarizado con los televidentes de TV3 en el País Valencià, que pueden ver cualquier cadena del mundo menos una que les habla en su misma lengua, o sea TV3. Esos son los tics fascistas del PP valenciano que no quiere que su gente se contamine de los aires de libertad que se respiran por la televisión de Catalunya, censurando y controlando como en tiempos del tío Paco, al que tanto aprecian allí.
Han actuado en este acto de solidaridad con los afectados, Pep Sala, muy concienciado con la lucha por la dignidad de los que esperan, Mª del Mar Bonet y Raimon, estos últimos han cantado canciones que recuerdan otros tiempos que no están tan lejos y que han sido coreadas por todo el público.
El humorista Toni Albà ha parodiado a personajes como Aznar, Rajoy, Acebes y Fraga, cantando las nuevas letras para el himno español, a cual más inconstitucional y ofensiva, con un gran sentido del humor que ha sido muy celebrado. Tampoco es coincidencia que se busque ahora una letra al himno a ver si nos enganchamos a la ola de patriotismo barato que utiliza la derecha con sus banderas kilométricas y su España folklórica. La excusa es que los deportistas no pueden cantar el himno mientras los de otros países pueden hacerlo, opio para el pueblo diría Marx, excusas baratas para esparcir una idea de país que no respeta las diferencias, con su discurso de una, grande y ¿libre?. Hasta el rey, que ha interpretado el famoso humorista de Polonia (programa de humor político), sabe cual es el verdadero himno español, por eso le ha puesto letra y se lo ha cantado a los asistentes, que han tarareado con el monarca el himno de la República. Ha sido bonito escuchar a 12.000 personas cantar el himno republicano y oírlos aplaudir, aunque haya sido a instancias de un rey que vive sólo en un programa de televisión. Por cierto, Fraga ha cantado un rancio cara al sol con el que ha recordado a todos como firmaba sentencias de muerte con alegría.
La Comissió a través de algunos testimonios ha expresado su rechazo a la Ley de la Memoria, veladamente, pero a buen entendedor... ellos están por una ley que anule las sentencias del franquismo, entre otras peticiones, que esta ley de punto final no recoge. Ley que tanto pasean por los medios de comunicación como la mejor del mundo, llevando a los platós a representantes de asociaciones que representan a partidos políticos y se someten a su disciplina, o a las que están en manos de las subvenciones estatales para cumplir con las exigencias de sus socios. En esta postura de No a esta ley, que nos quieren endosar con aquello del más vale menos que nada, un único partido se mantiene firme, demostrando que la dignidad está por encima de los intereses, ERC que no se vende por palecetes en París o patrimonios en otras latitudes. Las hermanas de Puig Antich y otros familiares de otras personas que fueron sometidas a Consejos de Guerra, que no han sido anulados, explicaron que llevan 34 años litigando y que no tiran la toalla. Para que luego nos digan que la justicia va a solucionar lo que los políticos no tienen agallas de hacer. En Catalunya se acuerdan de las palabras de Mª Teresa Fernández de la Vega que en un momento de euforia prometió la anulación del Consejo de Guerra del President Companys, algo imposible, pues eso abriría la veda y no se lo pueden permitir.
No me extraña que la hija de Allende, que ha sido invitada a un congreso del Memorial Democràtic, se haya mostrado un tanto estupefacta y que se confiese más que sorprendida con la postura que tienen los políticos y los medios de comunicación respecto a la Memoria. Dijo que hasta en Chile todos tienen asumido que la Dictadura y sus ejecutores tienen que ser censurados sin paliativos y tienen que rendir cuentas a la justicia. Nuestro modelo de Transición patentado y loado para su exportación, no sirve a los que verdaderamente quieren empezar su camino democrático desde unos postulados de legalidad y resarcimiento a las víctimas. La amnesia española, véase reconciliación y demás inventos, no es un producto vendible por no superar la ley de calidad, que exige cualquier mercado decente.
El acto ha rematado con la presentación en el escenario de los hijos de los que fueron robados y represaliados, hombres y mujeres tan mayores que necesitaban ayuda para sostenerse. La pregunta es ¿cuánto tiempo más podrán esperar estas personas? ¿les importa a los políticos verdaderamente el dolor que sienten estos hijos de la República? ¿o es que están esperando a que se mueran para pasar de puntillas por el asunto?. Dignidad, dignidad y dignidad es lo que le falta a esta clase política sin escrúpulos, que tiene muchos problemas en la actualidad porque no supo resolver los de hace 30 años cuando tocaba. Quizá, si lo hubieran hecho, ahora disfrutaríamos de lo que llaman normalidad democrática y de unos políticos con más ética.
BASTA
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