En qué clase de país vivimos? en uno donde el Jefe del Estado veranea a cuerpo de rey con nuestro dinero, mientras la bisnieta de quien le proporcionó tan ventajoso puesto se casa en una propiedad que tendría que ser devuelta al pueblo. Y claro, todo esto mientras el principito y consorte lucen palmito en Pekín, en unas olimpiadas organizadas por un país al que todos se empeñan en llamar comunista. Debe ser que como a nadie gusta su conducta capitalista e imperialista, porque puede desestabilizar nuestro modus vivendi, aunque se parezca China a un estado comunista como un huevo a una castaña, hay que seguir demonizando a costa de todo lo que huela a rojo, aunque sólo les quede de eso el color de su bandera. Pero no nos desviemos, esto es lo que tiene la globalización, que todo tiende a estar conectado para sumergirnos aún más en la confusión. Así una noticia importante como la de la provocación de los Franco ayer por la tarde queda reducida a carnaza para la prensa del corazón. Empieza a resultar un tanto espeluznante la interacción que se está dando entre el colorín y la Memoria.
La boda paralela que montó la CRMH da Coruña, resucitando a Franco y a su guardia mora, a los cardenales no hace falta pues siguen sabiendo levantar el brazo, ha significado una visibilidad del problema para el gran público, que de otra manera no se hubiera enterado de lo que pasa en Sada. La cuestión es si se ha sabido interpretar el evento paralelo o sólo ha servido para hablar más de la boda de la Leticia sin z. La noticia nos llega entre palabras como el anterior Jefe del Estado, el General, el patrimonio de los Franco, legitimidad, ... Pero qué es eso de patrimonio de los Franco, si viviéramos en un país normal ese concepto no existiría, a la muerte del asesino tendrían que haber sido expropiadas todas sus posesiones, que se adjudicó por la gracia de Dios y la desgracia de los vencidos. Qué es eso de que tiene que abrirse al público 4 veces al mes, tiene que ser devuelto a su legítimo dueño, el pueblo de A Coruña y si la ley de la memoria fuera lo que debe ser, sería expropiado por la vía directa. En esto te encuentras a un supuesto periodista diciendo: pues que el pueblo no le hubiera regalado el pazo a Franco, que Santa Rita lo que se da no se quita y que ahora es de la familia del que nos aplastó en vida y después de muerto. Otra supuesta periodista le replicó que entonces todo era por el ordeno y mando y que cualquiera se rebotaba, algo de lucidez en un cerebro monárquico, y como la cosa se iba calentando, hizo una confesión sobre la boda de otra nieta, la que baila, en cuya ceremonia se cantó el Cara al sol con el brazo levantado, el "simpático" novio también. O sea, que si cantas himnos fascistas te respetan y si cantas la Internacional o el himno de la República eres un megafriki que no mereces respeto. Y si haces representaciones teatrales para responder a provocaciones fascistas tienes mal gusto. Qué hubieran dicho si en vez de comerse el pulpo se lo hubieran tirado a los invitados al evento franquista, creo que entonces hubieran sido tildados de terroristas.
Devolución del Pazo de Meirás, ¡ya!
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