CONSTRUCTORES DE REPÚBLICAS 2013


Desde que este blog se puso en funcionamiento en 2007 y no por mérito del mismo, sino de la ciudadanía inteligente y harta de tanta represión social y económica, son muchos los republicanos que por fin salieron del armario, miles sus banderas ondeando allí donde la injusticia campa. Este republicanismo enarbola la ruptura democrática, la libertad, la justicia social, la laicidad, la educación y la sanidad pública, gratuita y de calidad, los derechos humanos y también el derecho de los pueblos a su autodeterminación. Porque la solidaridad se construye desde la comprensión mutua y la lucha conjunta contra el enemigo común.

viernes, 18 de diciembre de 2009

SUS SEÑORÍAS Y LOS CUERNOS

Hoy se ha votado en el Parlament de Catalunya si la iniciativa legislativa popular para la prohibición de las corridas de toros debía prosperar para convertirse más adelante, si así se decidiera, en ley.

Vaya por delante que estoy en contra de espectáculos de semejante índole en el que el ser humano, que ya sabemos en que estado evolutivo se encuentra, demuestra sus maestrías para la tortura y muerte de un animal cuya desgracia, como la de muchos bípedos, es la de lucir una contundente cornamenta.

Ya sabemos que en el país que le mienten a uno la madre o el cuerno es un tanto violento y difícil de llevar, sobre todo lo último. En un territorio ibérico de hondas contradicciones donde el mismo animal que ostenta sobre su testa el mal patrio, ser cornudo, es la imagen de la potencia viril y la testosterona, campando por casa propia y ajena, pues no es lo mismo recibirlos que ponerlos. Mientras tanto a los estrógenos receptores del insulto, por el que los otros se sienten heridos, no les deja de pitar los oídos.

Así pues, ha llegado esta iniciativa tan beneficiosa para nuestra imagen de seres en vías de civilización, a la sede del Parlament poniendo muy nerviosos a los políticos, a los que lo tenían su postura clara (por imperativo) y a los que su partido les había dado libertad de voto. -¿Qué le gusta más a un político que a un niño una piruleta?, -un micro, pues hoy nadie quería manifestar el sentido de su voto y huían del objeto de deseo como pecadores ante el maligno.

Esta semana ha sido la del “Prohibido prohibir”, revival del 68, todos los taurinos esgrimiendo la frase como una bandera, que si cultura, que si tradición, que si arte. Cultura es un buen libro, las tradiciones evolucionan o desaparecen con el tiempo, si no seguiríamos inmolando vírgenes a troche y moche, arte es una pintura… Pero un señor con taleguilla y lentejuelas manchado de la sangre de su víctima por muy grande y astada que ésta sea no me parece un acto muy cultural.

Fuera detractores y defensores de la fiesta desplegaban sus pancartas y performances. Mientras dentro del Parlament se votaba que Sí a esta iniciativa, se felicitaban con lágrimas en los ojos los que son tachados de frikis de la defensa de los animales y los que viven del lamentable espectáculo deficitario de la fiesta “nacional”, subvencionado por todo hijo pagador de impuestos, se quejaban amargamente, incluido un torero que se veía en el paro, vaya, como 5.000.000 de ciudadanos de este país a los que no se les ocurre clavarle una banderilla a su mascota, en la plaza de su pueblo, para que la administración le de para un bocadillo de chopped.

Y para los susceptibles de ver en esto una postura política decirles que también estoy en contra dels correbous, de colgarse del cuello de una oca, aunque ésta esté muerta o de tirar los animales al mar.

Y a todos aquellos pro-corridas que han pasado por los medios como víctimas de los que aman la prohibición, no respetan las minorías y no aplican la democracia, o sea, los que defienden que dejemos atrás la barbarie, decirles que en este país se prohíben y vulneran los derechos de minorías y mayorías pasándose los derechos humanos y la democracia por el arco del triunfo sin que se levante ningún polvo. Para muestra un botón, esta semana tenemos el caso Egunkaria en los tribunales, un despropósito de una democracia escuálida y transicional.

1 comentario:

Álvaro en Diferido dijo...

Lo de los toros es una barbarie. Que en pleno siglo XXI siga habiendo gente que quiera mantenerla, porque si ha durado tanto tiempo es porque es valiosa, me parece vergonzoso. Hacer sufrir a un animal para disfrute de los espectadores, si es por esto por lo que muchos conocen a ESPAÑA, de la que nos tenemos que sentir orgullosísisisisisisisisimos, porque coño, es que es España, me parece que hemos perdido el norte. Que se estén censurando películas por sangrientas, así como que la televisión no pueda retransmitir cierto contenido en horario infantil, y que los toros se vea de lo más normal, francamente, me da pena.