no había nadie más que pudiera protestar."
Ya he utilizado como casi todo el mundo en más de una ocasión esta reflexión de Martin Niemöller, que se convirtió en realidad para muchos en un momento donde mirar para otro lado por fanatismo o por miedo dio lugar a una de las peores tragedias de la humanidad. Al final, estar solo ante todo aquello por lo que no levantaste la voz acaba por perjudicarte. Por eso y al hilo de los insultos que no se han dejado de producir desde que el fenómeno Podemos salió a la palestra, entre los top ten: lo de populistas, fascistas y nazis, con la complacencia de parte de la izquierda. Y es que ésta a veces no aprende que el enemigo es el que al final de ese pensamiento universalizado de Niemöller te señala con el dedo poniendo tus miserias en evidencia. Pues eso, que en vista de tanto escarnio, tengo que decir algo, para que cuando llegue el momento en el que esté sola ante el dedo acusador no lleve sobre mi conciencia el no haberme pronunciado.
Que los joseantonianos de UPyD te insulten con el término populista no deja de tener su gracia y que los que no se han sacudido el franquismo de encima como el PP te tachen de fascista es el club de la comedia de esta tragedia que es el estado español. Y lo que más me asombra no es lo de la acusación de etarras, eso entra en la normalidad en este impaís - quién no lo es a ojos de este gobierno y sus mayorías populares -. Lo que me deja más estupefacta es la acusación de bolivarianos y que ésta cause tanto revuelo.
Se ve que el peligro más grande que se cierne sobre la tierra es el eje Ecuador, Venezuela, Bolivia con epicentro en La Habana, eso para que la gusanera no sufra por dejarme algo en el tintero. Pero lo peor es el estado donde Chávez implantó el reino del maligno, dicen que allí no hay democracia y que la represión es la tónica sobre un pueblo que pasa hambre y que en su delirio sigue votando a quienes le pisan el cuello. Y esta acusación viene desde varios sectores de todo el arco de la derecha hasta la progre, como los socialistas republicanos por dentro monárquicos por fuera. Pero los que han sido amigos o simpatizantes de estos gobiernos hoy estigmatizados callan a pesar de haber gritado hasta desgañitarse en las manis aquello de: Alerta, alerta, alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina.
Más allá de si es falsa o verdadera la relación entre Caracas y Podemos, que doy por lo primero, tiene que ver bastante que eso se convierta en un mantra de los mass media. Como si eso fuera lo más importante en un estado donde los sobres circulan libremente, en un tiempo de imperativos legales propios de dictadura, mientras nos ponen la puntilla después de unos años de descalabro y deslocalización de los bienes comunes a paraísos inalcanzables para la mayoría de nosotros y de desmantelamiento de los derechos hasta el desahucio total. Ver la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio: Ejercicio de cinismo español. Así los valedores de la dictadura neoliberal mundial, que bajo su salvajismo antropófago nos reduce a la condición de esclavos desechables, se atreven a juzgar a ciertos países, cuando en otros considerados amigos por su Sistema, se pisotean gravemente los derechos humanos a diario. Y Rajoy visitando a Obiang, ese demócrata.
Estos estados bolivarianos que por su ubicación espacio tiempo no pueden desestabilizar como antaño, a pesar de que la Compañía intente utilizar viejos métodos que ya no dan buenos resultados: Intentos de golpe de estado avalados entre otros por el PP, inyectar dinero a la oposición y dar cursillos de guerra sucia a domicilio, los clásicos, ahora fallidos. Y la pregunta es: ¿Por qué estos son malos y otros que también pueden ser tachados de enemigos rojos no lo son?. Pues porque como muy bien ha dicho Margallo, en un renuncio, no gobiernan los políticos sino las supracorporaciones, y si estas están expuestas a ser nacionalizadas o simplemente no se les deja campo libre para seguir expoliando sin límites el territorio conquistado y reconquistado hasta el saqueo total, entonces, quien no lo permite, es malísimo. Si el Maduro de turno abriera las puertas de su casa hasta la cocina a quienes codician sus materias primas, desaparecerían las comparaciones, porque el dinero no tiene más color que el del beneficio y esa es la ley imperante del ultraneoliberalismo. Bussines is bussines, ¿no señor ministro Morenés? haz negocios y no mires con quien. Solo hay un problema, que eso no es compatible con ser de izquierda, pues quienes se consideren izquierda no deben permitir el expolio de los pueblos. Y si Venezuela no tuviera petróleo y fuera un secarral nadie hablaría de ella. Son cosas tan evidentes que da hasta vergüenza tener que exponerlas, pero si lo haces te etiquetan de populista bolivariana, bueno, cosas mucho peores me han dicho.
Estos estados bolivarianos que por su ubicación espacio tiempo no pueden desestabilizar como antaño, a pesar de que la Compañía intente utilizar viejos métodos que ya no dan buenos resultados: Intentos de golpe de estado avalados entre otros por el PP, inyectar dinero a la oposición y dar cursillos de guerra sucia a domicilio, los clásicos, ahora fallidos. Y la pregunta es: ¿Por qué estos son malos y otros que también pueden ser tachados de enemigos rojos no lo son?. Pues porque como muy bien ha dicho Margallo, en un renuncio, no gobiernan los políticos sino las supracorporaciones, y si estas están expuestas a ser nacionalizadas o simplemente no se les deja campo libre para seguir expoliando sin límites el territorio conquistado y reconquistado hasta el saqueo total, entonces, quien no lo permite, es malísimo. Si el Maduro de turno abriera las puertas de su casa hasta la cocina a quienes codician sus materias primas, desaparecerían las comparaciones, porque el dinero no tiene más color que el del beneficio y esa es la ley imperante del ultraneoliberalismo. Bussines is bussines, ¿no señor ministro Morenés? haz negocios y no mires con quien. Solo hay un problema, que eso no es compatible con ser de izquierda, pues quienes se consideren izquierda no deben permitir el expolio de los pueblos. Y si Venezuela no tuviera petróleo y fuera un secarral nadie hablaría de ella. Son cosas tan evidentes que da hasta vergüenza tener que exponerlas, pero si lo haces te etiquetan de populista bolivariana, bueno, cosas mucho peores me han dicho.
El otro día en el mundo abominable de las tertulias "de todo hablo de casi nada sé", decía un tipo que estos de Podemos eran unos estúpidos porque no se habían enterado de que eso de la igualdad estaba pasado de moda. Siguió envalentonado su speech con: todo el mundo sabe que aplicar este concepto es imposible, pero no lo dijo por considerarlo una utopía, sino porque le parecía un disparate ridículo. Dicho ésto solo me queda decir que a la Igualdad, esta parte de un lema republicano más amplio, le deseo el mejor de los futuros por totalmente contemporáneo y necesario. Y que no me hablen de democracia y represión cuando el día de la coronación de un rey, de trono oscuro regalado por un sangriento dictador, se les pega a sus súbditos forzosos por reclamar derechos elementales como el de la libertad de expresión y elección. Un rey hijo, cuyo también rey padre, tiene por familia y amigos políticos a dictadores que aplican la pena de muerte o la cárcel sobre el disidente, sobre la mujer que aspira a la categoría de ciudadana o simplemente de ser humano sin más, o sobre colectivos como los homosexuales o los emigrantes mano de obra esclavizada, por poner un ejemplo. Relaciones más que publicitadas positivamente por la misma prensa que acusa por saturación de sandeces a quienes les dice su amo, se llame el agraviado Pablo, David, pero nunca Goliat.
Es este un estado que se autoproclama paloma blanca democrática cuando las transiciones se han construido sobre la impunidad de los crímenes de lesa humanidad y sobre el atropello de los derechos elementales. Un estado donde hoy se conculcan esos derechos, donde se vuelve a hablar de presos políticos, donde los niños están desnutridos, donde la gente pierde sus casas, donde los "afortunados" trabajan por un salario de pena que no les da ni para la supervivencia después de ser explotados en largas jornadas, donde la salud no es para todos y los pensionistas tienen que escoger entre medicarse o comer, donde la educación se convierte en un bien de lujo para gente pudiente, donde quieren atar a las mujeres a las patas de la cama para parir con dolor, donde los ricos tienen más beneficios que nunca y los pobres se multiplican exponencialmente. Me pregunto qué tienen que decir los que han sembrado de sal nuestros campos sin que se les caiga la cara de vergüenza. Que no den lecciones de nada quienes nos han puesto la soga de los poderes económicos en nuestro cuello, gobernando nuestras vidas bajo la amenaza de dar una patada a la silla sobre la que de puntillas nos sostenemos.
Solo espero que se geste un frente popular amplio de izquierdas que no permita que en las próximas elecciones los que nos han vendido en el mercado de la esclavitud, a precio de saldo, ganen. Para que no tengan más alternativa que marcharse después de ser juzgados y de devolver lo robado.
Que sigan ladrando que cabalgaremos hasta el final.
Es este un estado que se autoproclama paloma blanca democrática cuando las transiciones se han construido sobre la impunidad de los crímenes de lesa humanidad y sobre el atropello de los derechos elementales. Un estado donde hoy se conculcan esos derechos, donde se vuelve a hablar de presos políticos, donde los niños están desnutridos, donde la gente pierde sus casas, donde los "afortunados" trabajan por un salario de pena que no les da ni para la supervivencia después de ser explotados en largas jornadas, donde la salud no es para todos y los pensionistas tienen que escoger entre medicarse o comer, donde la educación se convierte en un bien de lujo para gente pudiente, donde quieren atar a las mujeres a las patas de la cama para parir con dolor, donde los ricos tienen más beneficios que nunca y los pobres se multiplican exponencialmente. Me pregunto qué tienen que decir los que han sembrado de sal nuestros campos sin que se les caiga la cara de vergüenza. Que no den lecciones de nada quienes nos han puesto la soga de los poderes económicos en nuestro cuello, gobernando nuestras vidas bajo la amenaza de dar una patada a la silla sobre la que de puntillas nos sostenemos.
Solo espero que se geste un frente popular amplio de izquierdas que no permita que en las próximas elecciones los que nos han vendido en el mercado de la esclavitud, a precio de saldo, ganen. Para que no tengan más alternativa que marcharse después de ser juzgados y de devolver lo robado.
Que sigan ladrando que cabalgaremos hasta el final.
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