CONSTRUCTORES DE REPÚBLICAS 2013


Desde que este blog se puso en funcionamiento en 2007 y no por mérito del mismo, sino de la ciudadanía inteligente y harta de tanta represión social y económica, son muchos los republicanos que por fin salieron del armario, miles sus banderas ondeando allí donde la injusticia campa. Este republicanismo enarbola la ruptura democrática, la libertad, la justicia social, la laicidad, la educación y la sanidad pública, gratuita y de calidad, los derechos humanos y también el derecho de los pueblos a su autodeterminación. Porque la solidaridad se construye desde la comprensión mutua y la lucha conjunta contra el enemigo común.

lunes, 2 de junio de 2008

MAUTHAUSEN REPUBLICANO


He recibido un correo de Angel del Río, antropólogo y trabajador incansable de la Memoria, con el contenido de una entrevista que le habían hecho y en la que él decía que había que ir a Mauthausen una vez en la vida. Y estoy totalmente de acuerdo. Acabo de regresar de Mauthausen y de otros campos de concentración hace muy pocos días, mi primera visita a un centro de exterminio nazi.


Con esta visita quería honrar la memoria de un grupo de hombres de una pequeña población cordobesa que fueron asesinados en Mauthausen, Gusen y Hartheim. Soldados republicanos que en su huída a Francia acabaron en los campos de concentración franceses desde donde fueron deportados a los campos alemanes. Una historia que se repite miles de veces, tantas como víctimas republicanas acabaron en estas fábricas de muerte.




Cirilo Sánchez Castell, Manuel Dugo Rodríguez, Juan Aguilar Moral, José Reyes Orejuela, Manuel Cobos Herruzo, Juan Ramón Salas Sánchez, Manuel Herruzo García y José Durán Bernete. Defensores de la República, víctimas del franquismo, del colaboracionismo francés y del nazismo.



Produce una cierta envidia ver como cada día hay programadas visitas para que jóvenes de todas las edades procedentes de colegios e institutos austriacos y de otros países acudan a aprender de la historia, a constatar que lo que se cuenta en sus libros es cierto. En Austria es obligatorio para los adolescentes estas visitas y el sistema educativo dedica tiempo y hojas en los libros de texto para estudiar el nazismo, para hablar de su República que también fue aplastada por el fascismo, para conocer su pasado reciente como paso previo para formar ciudadanos concienciados y democráticos. Quizá esto tenga que ver con que Austria no tiene un rey heredero de las cargas del fascismo.



La República venció al Nazismo, los republicanos supervivientes y los resistentes lo hicieron, pero el franquismo ha alargado su victoria hasta nuestros días. Prueba de ello es que a pesar de tener lugares donde el sadismo de los verdugos franquistas se desató durante años no hay ni uno de ellos que se haya convertido en museo de aprendizaje para que no se vuelva a repetir tan terrible historia. El Estado no ha tenido el valor de convertir ni uno sólo en un verdadero centro visitable donde aprender que el fascismo es la tumba de la famosa democracia con la que nos bombardean cada día, y donde contemplar el horror vivido por los republicanos entre sus paredes y alambradas.


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