Ayer tuvo lugar en el Auditori del Palau de la Generalitat un acto de desagravio al President Companys. En este acto estuvieron presentes los cónsules de Alemania y Francia, el abogado e historiador Josep Cruanyes de la Comissió de la Dignitat y el Vicepresident de la Generalitat de Catalunya Josep-Lluís Carod- Rovira.
La memoria histórica viene siendo un campo de batalla silencioso donde las diferentes asociaciones y partidos políticos se debaten entre lo ético y lo práctico. Huelga decir que los pragmáticos son casi siempre los que salen victoriosos de tan triste lid. Así pues, no importa la dignidad de las víctimas del franquismo sino el reparto de cargos y prebendas que van acompañados de sus cargas morales, pero en estos tiempos de tanta desvergüenza la conciencia se ha vuelto muy laxa. Como la unidad es un espejismo de las buenas intenciones, nos dedicamos educadamente a meternos el dedo en el ojo. Qué se prepara un acto de desagravio al presidente mártir de la Generalitat pues salgo el día antes a la palestra diciendo que voy a ir a Madrid a mendigar dignidad para Companys pidiendo la anulación de su juicio dentro de lo que marca la llamada ley de la memoria (palabras de Joan Saura en nombre de la Generalitat).
Hay mucha confusión interesada pues si uno dice que de la mano de la nieta de Companys va a ir a pedir lo que se tendría que dar por ley a un representante del pueblo y a todos los ciudadanos, cuyos nombres nadie rescatará de los archivos militares, quieren dar a entender que ya se ha cumplido porque piden educadamente la anulación del juicio. Ya podemos sentarnos a esperar que ya nos dirán algo y mientras tanto todos tan contentos y a otra cosa, que ya hemos hecho los deberes. ¡Pues NO!. Hay que decir que no a los mismos que nos han regalado esta Ley cobarde y vendida que no paga de una vez la deuda adquirida con los antifascistas de este país. JUSTICIA es lo que queremos, no revisiones de juicios.
Pero que Justicia nos espera si Carlos Dívar ha sido elegido por unanimidad presidente del Consejo General del Poder Judicial, ultra católico y articulista en la revista de 'La hermandad del Valle de los Caídos'. Dívar dice que sólo en Amar a Cristo y hacerle Amar, en una vida coherente y cabal, se encuentra la única y verdadera Justicia. Claro que no sabemos a que Cristo ama este señor, si al que paseó el franquismo en sus procesiones o al que anduvo en la mar, como dijo el poeta.
Ayer Carod-Rovira dijo varias cosas muy interesantes y valientes, porque lo hizo como Vicepresident de la Generalitat. Pidió la anulación del juicio a Companys sin dilación, no el del miembro de Esquerra Republicana, no el del abogado, o el político, sino el del President de la Generalitat y representante de todo un pueblo. Recordó el km.O, Puerta del Sol, Dirección General de Seguridad, donde dijo que Companys fue torturado como otros muchos miles de españoles que fueron sometidos a vejaciones y torturas iguales o en mayor grado que éste. Recordó que aquí el régimen franquista no había sido condenado como en otros países donde habían condenado sus propios gobiernos fascistas y también el español. Que se quería hacer pasar la dictadura franquista por un régimen autoritario y no catalogarlo como lo que fue, un régimen genocida culpable de crímenes contra la humanidad. Que el franquismo había gozado de apoyo en Catalunya, donde había habido muchos franquistas. Que faltaba una condena, LA CONDENA, al franquismo y era la de la democracia española. Cuantas verdades dichas en un edificio oficial.
Imagino que habrá críticas, como no puede ser de otro modo en este país, pero no constructivas que han de ser siempre bien recibidas sino destructivas fruto del desconocimiento o el fanatismo. Yo digo que suscribo estas palabras del Vicepresident de la Generalitat porque la verdad no tiene más que un camino, lo importante es saber si vamos a tener la valentía de recorrerlo, no sólo de estudiarlo en un mapa.
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